Me llega un asunto de un señor de unos 70 años que fue denunciado por su mujer por violencia de género. Llevaban 45 años de matrimonio cuando ella abandona el domicilio familiar y se dispone a denunciarlo por violencia de género. Los hechos ocurrieron en el año 2018.
Anteriormente, en el año 2009 lo había denunciado también por violencia de género, imponiéndose al Sr. una orden de alejamiento que le impedía aproximarse a la denunciante a menos de 500 metros, teniendo éste que abandonar el domicilio familiar y pasar 4 meses durmiendo en su coche por no tener donde quedarse. El procedimiento se archivó por falta de pruebas y el hombre decidió retomar la relación matrimonial.
Pues bien, en los hechos supuestamente ocurridos en el año 2018, la Sra. reproduce su denuncia del año 2009. No aporta parte de lesiones, ni prueba que acredite que mi cliente haya cometido un delito de violencia de género.
El juicio fue suspendido en varias ocasiones. Una de ellas porque la perjudicada se encontraba en el hospital con un ataque de ansiedad.
Finalmente, este año 2023, concretamente en el mes de febrero, celebramos el juicio.
La perjudicada se desdice de todo el contenido de su denuncia, alegando que no recordaba nada porque vivía muy tranquila y que estaba muy bien.
A preguntas de esta letrada respondió que no había parte de lesiones porque únicamente tuvieron una discusión sin ir la cosa a mayores.
El resultado cuando se nos notificó la sentencia fue el siguiente: absolución para mi cliente.